anti deslizantes

No sólo en algunas partes del edificio es necesaria la seguridad, sino que también incluye las rampas y las escaleras, ya que si el encargado tuviera un accidente la ART, no se responsabiliza por no tener tomadas las medidas correspondientes.

 

Nadie duda de que todo lo que se hace para mejorar las condiciones de higiene y seguridad en los edificios de propiedad horizontal redunda en beneficio del consorcio. En primer lugar, se minimizan los riesgos de accidentes de trabajo de los encargados y sus consecuencias económicas, pero también se previenen posibles accidentes de las personas que habitan o circulan en las partes comunes del edificio.

 

Si hablamos de accidentes de trabajo, debemos tomar en consideración dos aspectos importantes: si el edificio no cumple con las medidas de seguridad recomendadas por la ART, es bastante probable que a la hora de gestionar la cobertura, la compañía argumente reparos, tratando de eludir el pago de la prestación. También puede ocurrir que el accidente resultara de entidad menor, provocando una licencia que no exceda los 10 días, en cuyo caso los gastos por salarios caídos corren por cuenta exclusiva del empleador. Si a lo dicho le agregamos que uno de los accidentes más frecuentes es la caída en escaleras, es fácil deducir la importancia de las acciones orientadas a prevenir los resbalones y caídas, colocando cintas antideslizantes o utilizando el sistema de tallado antideslizante permanente. En este rubro opera, desde mediados de 2000, Dantilo Antideslizantes, que diseñó y patentó una máquina que permite realizar el ranurado de las superficies resbaladizas. Las principales cualidades del sistema —según Santiago Silvoso, titular de la empresa—, son: rápido y limpio durante su ejecución (porque se usa un sistema de aspiración); duradero, efectivo y estético; de bajo costo, en relación con otras opciones que ofrece el mercado.

 

Tallado permanente versus bandas abrasivas. El tallado permanente compite en el mercado con otra solución que, en principio, permite cubrir la misma necesidad: dotar a las superficies resbaladizas de un sistema antideslizante. Sin embargo, existen motivos para pensar que el tallado es una inversión más favorable: los tallados antideslizantes son permanentes; las mejores bandas antideslizantes tienen una vida útil limitada; el costo de la cinta es mayor y, por último, los tallados no modifican los sistemas de mantenimiento de las superficies donde se realizan, evitando de esta manera los desagradables efectos estéticos producidos por el uso y el paso del tiempo (en el caso de las cintas: espacios del escalón donde este material se ha despegado o ya no existe; mármoles de primerísima calidad, total y definitivamente manchados por el acopio de pegamento junto con el polvillo, etc.). Estas ventajas han impulsado el fuerte crecimiento del sistema en los últimos años, no solamente en edificios de propiedad horizontal sino en otros ámbitos. De hecho, el producto que ofrece esta empresa ya ha sido instalado por, además de varias administraciones de consorcios, bancos de primera línea, boliches, clínicas y hospitales; colegios, countries, facultades, hoteles, laboratorios, tribunales, parroquias y shoppings.

 

¿Por qué hay que utilizar sistemas antideslizantes? Porque los seguros de ART no cubren accidentes producidos en lugares donde no existan sistemas antideslizantes. Porque estos sistemas son más económicos que lo que se considera pagar los gastos generados al no estar cubiertos por el seguro de la ART (gastos médicos, suplencias de personal afectado, juicios, entre tantos otros inconvenientes). Y porque las pólizas de seguro se abaratan al estar en orden con la normativa vigente